DESEMPREGO É UM DOS PRINCIPAIS FACTORES DE RECRUTAMENTO DO TERRORISMO ISLÂMICO - INSTRUMENTO DA ISLAMIZAÇÃO NO PAÍS MESMO AO LADO

Mientras algunos memos se dedicaban a predicar la alianza de civilizaciones y otras patrañas infumables, durante un encuentro oficial sobre el diálogo islámico-cristiano, el arzobispo Giuseppe Bernardini citó las declaraciones de un clérigo musulmán: “Gracias a vuestras leyes democráticas os invadiremos, gracias a nuestras leyes religiosas os dominaremos; los petrodólares que entran en las cajas de Arabia Saudita y de otros gobiernos musulmanes son usados para construir mezquitas y centros culturales en países cristianos con inmigración islámica, incluida Roma”.
A principios de este año 2010, el lugarteniente de Ben Laden pedía en un vídeo «desinfectar» Al-Ándalus de españoles y recuperar la península Ibérica para el Islam.
Estas no son buenas noticias para comenzar el año, negros nubarrones se ciernen sobre nuestro futuro, el hecho de que Al Qaeda, en este caso su lugarteniente Ayman al Zawahiri, nos recuerde su objetivo de recuperar la Península y desinfectarla de “infieles” no puede ser más revelador y preocupante. Esta obsesión de recuperar aquello que nunca les perteneció es una amenaza constante para España y es incuestionable que no cesarán hasta conseguirlo, estamos en la primera fase de la estrategia: la invasión silente y sistemática de nuestro país, enmascarada como inmigración ilegal. Después lo intentarán con las armas. Se avecinan tiempos de conflictos y España tiene que reaccionar antes que sea demasiado tarde. Suponiendo que no lo sea ya.
En el vídeo, subtitulado en inglés, Al Zawahiri pide a los musulmanes que estén junto a sus hijos, los «muyahidines», y despotrica contra los infieles, léase los españoles y franceses, que «infectan» el suelo de Al-Ándalus. No faltan en el vídeo imágenes de la mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada, en las que se sobreponen otras de Ben Laden y los suyos, con la bandera negra del Islam. El mensaje de amenaza es bien claro. Otra cosa es que algunos no quieran darse por enterados ni aludidos.
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La población marroquí residente en España es la que más está sufriendo el impacto del desempleo, precisamente por ser la más numerosa, la menos cualificada y la que más objeciones opone a su integración. Los servicios de inteligencia internacionales y los expertos en terrorismo alertan: “El paro es uno de los principales factores de captación yihadista”. Siendo esto así, ¿no sería más prudente mandarles de vuelta a su casa? Encima de vivir a nuestras expensas, nos lo agradecen planificando atentados y la forma de exterminarnos en nuestro propio país.
En España existen zonas con amplias bolsas marginales de población magrebí, principalmente en Tudela (Navarra), La Mojonera y El Ejido (Almería), y en otros grandes núcleos urbanos como Madrid (Cañada Real), Cataluña (Hospitalet y Vic), Murcia, Andalucía, Comunidad Valenciana o Ceuta y Melilla.
Las grandes concentraciones de población magrebí suelen ser, según los informes de la Guardia Civil, el “escondite perfecto” para los elementos radicales y yihadistas. Ahí es más fácil camuflarse entre la población trabajadora y, desde ahí, llevar a cabo actividades de proselitismo y captación.
Los servicios de inteligencia han detectado, por ejemplo, pintadas a favor de grupos terroristas argelinos en la zona agrícola de Almería. En estos informes se destaca la actividad de captación yihadista cercana a las mezquitas de La Mojonera, Tudela, Santa Bárbara (Castellón), Ruzafa (Valencia) y Leganés (Madrid).
Se constata el patrón: grandes comunidades islámicas, situadas en localidades eminentemente agrícolas, donde el empleo en la construcción y el campo ha retrocedido considerablemente, y donde el índice de ocupación es muy bajo. Ése es el principal foco de yihadismo al que apuntan todos los expertos antiterroristas internacionales.
Sin embargo, y a pesar de todas esas señales de alarma, la papanatería progresista sigue empeñada en demostrar que es posible la convivencia pacífica con esas hordas de fanáticos. Pero además de estos preocupantes indicios, la inmigración ilegal, en general, plantea otros gravísimos problemas de índole económica.
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