NOVA ORIENTAÇÃO EUROPEIA CONTRARIA A IMIGRAÇÃO ILEGAL EM MASSA

En este mundo al revés, según algunos –los progues de siempre- pretender que se respete la legalidad, la identidad cultural de Europa o nuestros intereses es reprobable, y vulnerar la ley no debe acarrear consecuencia alguna, debiéndose permitir que se ponga en peligro nuestro sistema de vida.
La asociación SOS Racismo ha arremetido en una nota de prensa contra la “inminente” aprobación de lo que denomina “directiva europea de la vergüenza”, sobre repatriación de inmigrantes ilegales.
La nueva normativa europea permitiría a los Estados mantener internados en centros de retención a los inmigrantes ’sin papeles’ durante un periodo de seis meses, prorrogable excepcionalmente otros doce, hasta un total de 18 meses. De esta forma se pretende terminar con la picaresca que empelan muchos ilegales de destruir sus documentos, para impedir su identificación y nacionalidad de procedencia, impidiendo así su repatriación. En España, donde el tiempo máximo de retención es de 40 días, se deberá adaptar nuestra legislación a las nuevas orientaciones europeas. Los expulsados además no podrán volver a entrar en la UE durante cinco años.
La llegada de líderes con políticas más duras en esta materia -como Nicolas Sarkozy, en Francia, y Silvio Berlusconi, en Italia- han situado el debate de la situación de los ilegales en el primer plano de la agenda europea. Berlusconi ha prometido “cerrar las fronteras y construir campos para identificar a los ciudadanos extranjeros sin trabajo que se ven obligados a entrar en la vida de la delincuencia”. Sarkozy quiere que la inmigración sea una de las prioridades de la próxima presidencia europea francesa. El dirigente francés es contrario a las regularizaciones y ha tachado de “hipócritas” a los empresarios que contratan a clandestinos y dicen luego que los quieren regularizar. Europa está absorbiendo actualmente dos millones de inmigrantes cada año, más que ninguna otra parte del mundo, según señala Hugo Brady, investigador del Centre for European Reform. De estos dos millones que entran anualmente, aproximadamente un millón son ilegales, según la Comisión Europea.
Si la Directiva se llegase a aplicar de manera efectiva podría poner fin a la presencia de manera ilegal en Europa de más de 8 millones de inmigrantes.
Para SOS Racismo, con esta directiva España, y la Unión Europa retroceden “todavía más” en el cumplimiento de los derechos de las personas inmigrantes y pide, junto a otras organizaciones que curiosamente defienden el multiculturalismo en Europa, pero no en otras partes del mundo, que los europarlamentarios españoles rechacen con su voto la aprobación de esta directiva. “El Gobierno español no puede ser cómplice y encabezar medidas de este tipo”.