DESCOBERTO CALENDÁRIO CASTREJO

Marcador astronómico no altar dos sacrificios

El estudio realizado a través de una beca de la institución gran Duque de Alba, dependiente de la Diputación Provincial, por el profesor de Astronomía y Geodesia de la Escuela Politécnica de la Universidad de Salamanca en Ávila, Manuel Pérez Gutiérrez, lo ha descubierto. 

La existencia de marcadores astronómicos en el castro vettón de Ulaca, en Solosancho, indican que este pueblo prerromano disponía de una suerte de calendario solar y lunar –el primero hallado por duplicado en Europa- con el que fijaban las fechas más relevantes de la cultura celta, como el ´Sahaim´, el ´Lughnasad´, los solsticios de invierno y verano y los equinoccios de primavera y otoño.

Pérez Gutiérrez, acompañado por el presidente de la Diputación, Agustín González, y el director de la Gran Duque de Alba, Carmelo Luis, explicó que el estudio se centró en el entorno del altar de sacrificios. Calendario Pérez subrayó que en el castro, especialmente en su horizonte, “existen una serie de aspectos funcionales y técnicos-astronómicos que permiten determinar el comienzo de los solsticios y de los equinoccios, así como las cuatro fiestas celtas fundamentales declaradas en toda Europa”. 

Estos cuatro festejos son el ´Sahaim´ o inicio del año celta –en torno al 1 de noviembre-, el ´Imbolc´ o nacimiento de los corderos –el 20 de febrero, Santa Brígida o Las Candelarias-, el ´Beltaine´ o fiesta del fuego –en torno al 10 de mayo- y ´Lughnasad´ o recogida de la cosecha –el 13 de agosto-. 

En Ulaca, el sol sale en verano por la Sierra de Ojos Albos y se pone sobre el convento del Risco, en el paraje denominado ´Risco del Sol´, indicó Pérez, quien advirtió de la presencia de “una gran roca” con forma de trono en la entrada del castro, situada en un lanchal con forma de grada. 

Otro de los marcadores astronómicos es, según este estudio, un muro de granito adosado al famoso altar de los sacrificios de Ulaca. Según Pérez, este muro se encuentra alineado con el cerro de Cancha Morena, y cuando dicho cerro se encuentra alineado a su vez con el sol, “proyecta sombra en tres puntos diferentes”, coincidiendo con el solsticio de invierno, el ´Imbolc´ y el ´Shaim´, así como los equinoccios de otoño y primavera, “convirtiéndose en un perfecto calendario”. 

El tercer marcador se sitúa justo en el altar de los sacrificios: su doble escalera. 

“Las dos escaleras tienen la misma dirección, en la dirección del sol en el solsticio de invierno, de modo que es el único día en que la escalera “está totalmente en sombra”, indicó. La gran roca-trono, desde el altar, toma una apariencia de indicador. 

“El sol se pone por encima de la roca sólo en dos fechas al año”, explicó Pérez, “el 10 de mayo –Beltaine- y el 13 de agosto –Lughnasad-, marcando las dos fechas celtas clave”, relató. Esta misma roca granítica cobra aún más importancia al descubrirse que puede ser, además, “un marcador lunar”. “ 

Em confirmando-se o carácter fidedigno das interpretações aqui expostas sobre este achado arqueológico, fica aduzida mais uma prova de peso a favor da tese da celticidade dos Povos pré-romanos da Ibéria Ocidental.