quarta-feira, dezembro 23, 2009

QUEDA NOTÓRIA DO CRISTIANISMO NO PAÍS IRMÃO

Sim, no país que costumava ser talvez o mais católico da Europa, o culto ao Judeu Morto está a perder terreno, como a seguir se lê:
La Navidad se celebra mucho en España. E, incluso, más que el año pasado. Un 94,4% de los consultados celebrará las fiestas, casi un 2% más que en 2008. Pero la vinculación de las celebraciones con las ceremonias religiosas está rota. Un 70,3% de los encuestados en el Publiscopio no asiste a ninguna ceremonia religiosa relacionada con la Navidad durante estas fechas.
El reflejo más importante del fenómeno secularizador de la sociedad española durante la Navidad lo representan los jóvenes de 18 a 29 años. Casi la totalidad de ellos, un 99%, celebra las fiestas y un 85% no tiene previsto incluir en esas celebraciones ninguna conmemoración religiosa.

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E porquê? Porque,
La religiosidad está descendiendo en España. Los datos de confesión religiosa del Publiscopio obtenidos de grandes muestras realizadas en la misma época del año y con la misma pregunta así lo prueban. Los cambios en la distribución de las declaraciones sobre confesión religiosa son lentos, y por ello no es fácil que se aprecien de un año a otro y las comparaciones suelen hacerse de una década a otra. Pero en España parece estar produciéndose un cambio acelerado, porque entre 2007 y 2009 hay diferencias muy significativas en la religiosidad declarada por la población. La proporción de los españoles que se declaran católicos (practicantes o no) ha bajado de 80,2% a finales de 2007 a 78,3% en la actualidad. Ha disminuido mucho la proporción de católicos practicantes de 30,0% a 26,2%, sólo compensada en parte por un aumento de los que se declaran no practicantes de 50,2 a 52,1%.
La iglesia católica ha perdido fieles practicantes en España en todos los grupos de edad, pero especialmente entre los jóvenes. Los de 18 a 29 años que declaraban ser católicos practicantes en 2007 eran ya pocos, sólo un 15,2%; pero ahora la proporción ha caído a tan solo un 10,4%, perdiendo casi un tercio de sus efectivos.
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En el contexto internacional, España está todavía bastante por encima de Francia en cuanto a proporción de católicos: en el sondeo de IFOP de julio de este año, se declaraban cristianos el 67% de los franceses (un 64% católicos y un 3% protestantes). Pero nuestra proporción de católicos es ya bastante más baja que la de Italia (86,5% de católicos, en la encuesta realizada por Censis en 2004) o la de cristianos en Estados Unidos (86,0%, agregando un 25,1% de católicos al 50,9% de otras confesiones cristianas, según la muy amplia muestra de ARIS en 2008).
Entre la población española (téngase en cuenta que en estas estadísticas no se incluyen los extranjeros residentes en España), los creyentes de otras religiones han crecido levemente del 1,6% al 2%. Es una proporción mucho menor que en Francia, donde al 3% de franceses que se declaran protestantes hay que sumar un 4,5% que son musulmanes.
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En realidad, si consideramos ateos a los que dicen que no creen en la existencia de dioses y no sólo a los que se declaran como tales, la proporción de ateos en España es mayor, porque un 25,5%, cuando se les pregunta sobre ello, dicen que no creen que exista Dios. En cuanto a la religiosidad española, en los resultados del Publiscopio de hoy se hace patente que no sólo está disminuyendo el número de católicos, sino que en general la población es más escéptica respecto a las creencias fundamentales del cristianismo. Respecto al año pasado, ha bajado del 47,1 al 44,4 el porcentaje de los que creen que Jesús era dios o hijo de dios; del 40,7 al 37,2 los que creen que nació de una virgen, y del 42,6 al 40,1 los que creen que después de morir resucitó.
Desde una perspectiva racionalista, hay que lamentar, sin embargo, que este retroceso de la superstición religiosa esté viniendo acompañado del avance de las supersticiones paganas. Cada vez hay más españoles que creen en la astrología (casi cinco puntos más), en la existencia de brujas y en otras personas con poderes maléficos (tres puntos más), o en la posibilidad de adivinar el futuro (punto y medio más).
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Lamenta o aumento das «superstições pagãs», diz o autor do texto. Nunca um lamento soube tão bem...
Naturalmente que acreditar na Astrologia, em bruxas e noutros elementos esotérico-mágicos não é realmente o mesmo que ser pagão, ao contrário do que diz a Cristandade, que sempre procurou meter tudo o que fosse pré- ou não cristão no mesmo saco. Todavia, a crença num sobrenatural ou de algum modo divino fora do âmbito do Cristianismo é a porta para aceder à escadaria que conduz ao vértice superior da identidade espiritual ocidental, que é o culto aos Deuses Nacionais.