VERDADES SOBRE A PRESENÇA DOS IMIGRANTES QUE NÃO SÃO DITAS...

Circula estos días la noticia de que los inmigrantes demandan menos atención sanitaria que los españoles. La idea es transmitir a la opinión pública que no son un lastre económico para nuestro sistema de salud pública. Pero como sucedió con los análisis sobre las bondades que la inmigración traía para nuestra economía la información es parcial y omite datos relevantes.
En primer lugar no se puede obviar que en los últimos 10 años, se han incorporado al sistema de salud cuatro millones de nuevos beneficiarios, principalmente inmigrantes, con el consiguiente aumento del gasto para su atención. Conclusión de Perogrullo. Pero lo que seguimos sin saber es a cuanto asciende la factura de ese aumento del gasto sanitario provocado por los inmigrantes y en cuanto contribuyen a su mantenimiento. Y cuando se oculta, ya nos hace sospechar cual va a ser el balance.
Pero es que además el informe de la Fundación de Ciencias de la Salud no dice que los inmigrantes vayan menos al médico que los españoles, es decir usen menos nuestro sistema sanitario y por tanto generen menos gasto como los nacionales. Lo que el informe dice es que los extranjeros van menos a las consultas de médicos especialistas, un 38,9% frente al 57,9% de los españoles, incluidas las pruebas de diagnostico y servicios preventivos, pero resulta que usan más el servicio de urgencias, un 41,2% del total fue al menos una vez en el último año frente al 25,3% de los españoles y además tampoco presentan un nivel de hospitalización inferior al de los autóctonos.
Muchos medios progresistas, con la clara intención de manipular la información, olvidan que el informe concluye que los inmigrantes procedentes de América Central y del Sur utilizan excesivamente los servicios de urgencias, y también detecta una elevada utilización del médico general y una mayor frecuencia de la hospitalización por parte de los africanos en Madrid y un número considerable de visitas a los especialistas privados por parte de los procedentes de países ricos en la Comunidad Valenciana.
Tampoco los análisis periodísticos se fijan en que, tal y como expone el informe, en líneas generales, las personas que emigran están más sanos que los que se quedan en sus lugares de origen, circunstancia que suele alargarse durante largo tiempo. Porque no hay que olvidar tampoco que la edad tiene una influencia radical en el estado de salud de la persona y las necesidades sanitarias que demanda. Así llama la atención que frente al envejecimiento de nuestra población, los inmigrantes, que representan un sector donde la juventud predomina, demanden tanta asistencia sanitaria, que por tanto en términos relativos sin duda podemos calificar sin duda de elevada.
Otra clave que podemos deducir de estos datos se puede buscar en el hecho de que para acceder a la atención de los médicos especialistas es preciso estar dado de alta en el sistema de la Seguridad Social, mientras que los servicios de urgencias -de otra forma sería inhumano- están a disposición de cualquiera. Y ya que moralmente a nadie se le puede negar la asistencia médica en caso de urgencia, esta es la vía que usan los ilegales, es decir quienes no contribuyen en absoluto al mantenimiento del sistema de salud público español, para obtener asistencia sanitaria.

E em Portugal, como será? Há algum motivo para supôr que as coisas se passem de maneira diferente?