sexta-feira, julho 13, 2007

TURCALHAME ESTABELECIDO NA ALEMANHA JÁ FALA CONTRA O GOVERNO COM AMEAÇAS VELADAS DE VIOLÊNCIA NAS RUAS

El ejecutivo de Angela Merkel ha impulsado una nueva ley que restringe, al igual que venían haciendo ya algunos Lander, la concesión de residencia legal en toda Alemania. La nueva ley de reagrupamiento familiar exige que las esposas sean mayores de edad, es decir tengan 18 años, y sepan por lo menos 300 palabras en idioma alemán. Con el establecimiento de una edad mínima para las mujeres que quieran unirse a sus maridos, Alemania pretende combatir los matrimonios forzados, que se dan especialmente entre la comunidad musulmana.

Sin embargo estos requisitos les parecen a los colectivos de inmigrantes turcos un abuso intolerable. Los inmigrantes turcos han venido disfrutando de una situación privilegiada en Alemania, así por ejemplo mientras otros inmigrantes deben esperar 6 años para obtener la ciudadanía alemana y además no se le permite la doble nacionalidad, un turco la obtiene en dos años y puede acogerse a doble nacionalidad.

Sin embargo Kenan Kolat presidente de la federación turca de inmigrantes que representa a unas 200 asociaciones (TGD), ha dicho que si el gobierno no hace ninguna concesión para contentar al colectivo inmigrante más importante del país no podrá contener un estallido de violencia juvenil, como en el que su día aterrorizó a Francia. Los inmigrantes turcos quieren quedar exentos de la aplicación de la nueva normativa de reagrupamiento familiar, argumentando que la medida es racista porque no se aplica a ciudadanos occidentales procedentes de EE.UU. y Canadá.

Por su parte las asociaciones turcas de pequeños y medianos empresarios representadas por la asociación de comerciantes TÜSIAD consideran que tanto los políticos alemanes como los representantes de los colectivos de inmigrantes turcos están haciendo política electoralista a costa de la comunidad turca.

La ley aprobada también supone el endurecimiento de las medidas en materia de inmigración para los residentes en Alemania, puesto que, entre otras novedades, aquellas personas extranjeras que se nieguen a participar en los llamados "cursos de integración" sobre idioma y cultura del país recibirán una penalización económica a través de la reducción en un 30% de las ayudas al paro.

Pero también los inmigrantes turcos se niegan a pasar por esto. 'Hemos llegado a la conclusión de que no tiene sentido participar en la cumbre porque el gobierno federal no ha entendido la importancia de nuestras preocupaciones y no está dispuesto a plantearse modificar la ley de inmigración', señaló el presidente de la Asociación Turca en Alemania (TGD), Kenan Kolat, en declaraciones a la edición digital del semanario 'Der Spiegel'.

Además, la nueva legislación prevé una regularización de ilegales, pero a diferencia de lo que sucedió con la barra libre de España, las autoridades alemanas solo conceden el permiso de residencia a todos aquellos extranjeros 'tolerados' en el país, que lleven en Alemania más de ocho años (solteros) o seis años (familias), siempre y cuando tengan conocimientos del idioma, no tengan antecedentes penales y encuentren un trabajo antes de finales de 2009.




Quando a Direita conservadora alemã começa a perceber que é tempo de travar a imigração, e, talvez de, à surrelfa, beneficiar a entrada ou presença de brancos europeus, eis que o iminvasor turco ronca de grosso em terra alheia, reclamando direitos de cidadania, ou pelo menos de privilégio, no seio da economicamente mais poderosa nação da Europa Ocidental.