GOVERNO REGIONAL CATALÃO FALA JÁ DA PROIBIÇÃO DA BURCA EM TODA A CATALUNHA

La preocupación
por la aparición de formaciones políticas como Vía Democrática, con un claro mensaje de oposición al totalitarismo islámico instalado en toda España, ha llegado hasta el nuevo gobierno catalán, que por boca de su director general de Immigración, Xavier Bosch, se ha mostrado “de entrada” partidario de la prohibición del burka y del nicab en todo el territorio catalán, y no limitarse sólo a Lérida.

Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) mantiene suspendida de manera cautelar el acuerdo adoptado por el pleno del Ayuntamiento de Lérida en contra del uso de la prenda islámica y estará vigente hasta que se produzca la sentencia del caso. En cualquier caso, Bosch bendice la modificación de la ordenanza municipal de civismo y convivencia de Lérida y cree que sería bueno extenderla pese a estar pendiente de un recurso.

El responsable de inmigración también disculpó a los ayuntamientos por su escasa capacidad para gestionar la inmigración: “Están en cierta forma desamparados en el tema de la gestión de la inmigración reciente, y especialmente en la inmigración irregular”, señaló Bosch.

En declaraciones al programa El Món a RAC1, con Jordi Basté, Bosch también salió en defensa de la inmersión lingüística y aseguró que la sentencia del Tribunal Supremo en contra es “un atentado contra la convivencia futura en este país”. Bosch considera que la voluntad de los inmigrantes por integrarse pasa por aprender catalán” y justificó la necesidad de emplear la inmersión porque “muchas de las quejas que he recibido hasta ahora son por la falta de plazas para aprender catalán básico, de la calle. La inmersión lingüística es básica para este país”, advirtió.

Esta última parte é que não vem nada a calhar - a integração é caminho para a fusão, portanto, para a miscigenação, que é diluição, portanto, morte de identidade. Mas enfim, vindo de um político do sistema, outra coisa não se poderia esperar, especialmente quando há a suspeita de que este palavreado se enquadra no já clássico piscar de olho da Direita conservadora (e visceralmente vendida ao sistema) ao eleitorado «xenófobo», tique este que se verifica sempre que um partido menor de extrema-direita ganha força.

No essencial, o caso podia ser pior - de facto, quanto mais se rechaçarem os hábitos alienígenas na praça pública, menos alienada será a vivência nacional e, como brinde, mais «deslocados» se sentirão muitos e muitos alienígenas, especialmente quando de muçulmanos se trata, uma vez que esta gente leva muito a peito que não se apreciem as suas tradições e, por conseguinte, radicaliza-se na sua auto-exclusão da sociedade europeia. E isto é, de facto, muito bom.