DEZENAS DE MILHARES DE ISLÂMICOS RADICAIS - MESMO AQUI AO LADO

La encuesta detecta que entre un 4% y un 5% de los entrevistados expresa planteamientos radicales, es decir unos 40.000 musulmanes. “Entre el 4% y el 5% de la población musulmana española puede considerarse radical”, ha expresado el profesor Juan José Toharia, presidente de Metroscopia y autor del trabajo.
La crisis económica y la tasa de desempleo superior al 27 por ciento que registra el colectivo de inmigrantes musulmanes en España según datos oficiales “no parece haber afectado a su estado de ánimo” ya que por cuarto año consecutivo, el barómetro realizado por Metroscopia sobre esta comunidad revela que siete de cada diez están “a gusto o muy a gusto” en el país y “sólo una minoría” que ronda el cuatro por ciento defiende el radicalismo.
Así lo explicaron en rueda de prensa los impulsores del sondeo, los ministros de Trabajo e Inmigración, Justicia e Interior, y el autor del mismo, el profesor Juan José Toharia, quien apuntó que si bien la encuesta “puede dimensionar en alguna medida la cara más grata de la comunidad inmigrante” y dar una imagen “sobre embellecida” de la misma, los porcentajes de respuesta positiva son tan amplios que el resultado es “tranquilizador”.
Conforme apuntó el titular de Trabajo, Celestino Corbacho, la población musulmana inmigrante asciende a más de 767.000 personas en España con una edad media de 27,4 años, que ya suponen el 16% de todos los extranjeros y que en un 72,8% de los casos, forman parte de la población activa. En este colectivo la tasa de paro es “del 27% o algo más” y “sin embargo, eso no modifica la visión positiva que tienen sobre el país de acogida”, apuntó.
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O resultado é «tranquilizador», dizem os representantes da elite reinante. Fica-se pois a saber que, para esta gente, é tranquilizador ter cerca de quarenta mil muçulmanos radicais dentro de fronteiras - um autêntico exército, como bem diz o Minuto Digital. É a tal parvoíce típica do politicame correcto de achar que ai cinco por cento é tão pouco, é uma ínfima minoria, sem que passe pelo bestunto a quem assim fala que quatro por cento de um ordenado mínimo é capaz de não dar para um almoço em condições, mas quatro por cento do dinheiro do banco de Portugal dava para viver principescamente para o resto da vida.
De facto, o resultado não é nada tranquilizador, para quem seja lúcido. Mas o que é ainda mais contrário à tranquilidade não é o radicalismo dos muçulmanos, que esses fazem o seu jogo, como sempre fizeram; o mais contrário á tranquilidade é que a elite reinante venha dizer que não há problema nenhum, o que, garantidamente, só pode dever-se a uma de duas possibilidades, qual delas a mais inquietante: ou está a querer atirar areia aos olhos dos indígenas, ou então não entende mesmo, mas não entende mesmo, o perigo mortal que tem dentro de casa, às costas.