quarta-feira, outubro 03, 2012

A CHINA À CONQUISTA DAS FORÇAS ENERGÉTICAS DO OCIDENTE - O EXEMPLO AQUI AO LADO

El boletín de la Secretaría de Estado de Comunicación recogía el pasado 24 de septiembre, entre los temas destacados de los medios de comunicación nacionales, un editorial de ABC titulado “China recoge las nueces”.
“La política exterior china, su pragmatismo egoísta, puede acabar acorralando a las economías occidentales en una carrera por la energía y las materias primas que puede acabar muy mal”. Era el párrafo con el que se introducía la noticia que acaparó la portada de ABC ese día.
En él se daba cuenta de que el CNI (Centro Nacional de Inteligencia) estaría muy preocupado por las maniobras de China para hacerse con el control mundial del petróleo, y en concreto alertaba de cómo ha afectado a nuestro país recientemente.
Se refería al intento del gobierno chino por hacerse con el control del yacimiento de Vaca Muerta en Argentina (controlado por REPSOL hasta la reciente expropiación de YPF por la presidenta Cristina Kirchner) y los del Golfo de Guinea, de la misma empresa, lo que habría hecho saltar las alarmas.
Del Golfo de Guinea tuvo que salir recientemente la petrolera española por los altísimos aranceles impuestos por el gobierno de Teodoro Obiang.
Y en ambos casos habría evidencias de que España ha quedado definitivamente desplazada de la explotación de estos recursos por decisiones políticas. No siendo estas ajenas a la red de alianzas y compra de favores que está tejiendo la diplomacia china para situarse en los mejores yacimientos del planeta.
Un informe confidencial de la agencia de inteligencia Stratford, conocida como la CIA en la sombra, a cuyo contenido afirma haber tenido acceso ABC, pone de manifiesto también el especial interés y pugnas soterradas del gobierno chino por lo que han supuesto dos inversiones millonarias para España: el yacimiento de Vaca Muerta, descubierto por la empresa española en Argentina, y el llamado bloque C-1 de Guinea, en el que trabajaba desde 2007.
Según este informe, el régimen chino habría llegado a comprar los favores del hijo pequeño del presidente del país, Gabriel Mbega Obiang Lima, que es ministro de Minas, Industria y Energía desde hace unos meses.La preocupación de los servicios secretos españoles sería, pues, más que justificada: las maniobras del gobierno chino supondrían un fuerte revés a los intereses españoles en un sector extremadamente sensible en momentos de especial dificultad para España.
El sector energético, clave para la soberanía de un país, es una de las preocupaciones más importantes de todos los gobiernos. España produce en la actualidad el 22% de la energía que consume, importando la práctica totalidad del petróleo que necesita: unos siete millones de toneladas al año.
Teniendo en cuenta que el precio del crudo casi se ha triplicado en los últimos siete años, es evidente el impacto negativo para nuestra economía y la importancia estratégica de esos dos yacimientos perdidos para España.
También, en su editorial, ABC se preguntaba hasta qué punto los intereses de Beijing se guían por objetivos donde no aparecen escrúpulos ni legales ni medioambientales.
Son hechos consumados que no ayudan a la estabilidad internacional ni a un progreso económico sostenible porque las democracias occidentales no pueden competir con una dictadura capitalista que no tiene costes políticos “ni internos ni externos” y que, al mismo tiempo, mantiene en la esclavitud tanto a sus propios trabajadores como a los que lo hacen para sus intereses en el exterior.
También señalaba la importancia de sumar los intereses españoles a los de Europa para hacer frente a esta competencia desleal, debiendo España apostar por reducir su dependencia energética del exterior.
Lo cierto es que con frecuencia, desde los círculos de poder del régimen chino se han referido a España como un país que ha abierto muchas puertas a China, como “nuestro país amigo en Europa”. ¿Terminará España entonando aquella canción llamada ‘La bien pagá’?
 
Não é pois só a EDP que está enredada pelo poder chinês - os indícios apontam para que se trate tal caso de um simples episódio do que parece vir a acontecer no país irmão e, provavelmente, no resto do Ocidente, o que confirma mais uma vez o que tenho dito: os maiores problemas de Portugal são os mesmos que os maiores problemas do resto da Europa e devem ser combatidos numa estratégia europeia conjunta.