quarta-feira, fevereiro 29, 2012

NORTE-AFRICANO MATA IDOSA À PANCADA E FERE GRAVEMENTE OUTRAS DUAS - NO PAÍS IRMÃO

Una salvajada. No cabe otro calificativo para definir la atroz paliza que sufrieron este lunes tres mujeres de avanzada edad, mientras paseaban por el Carril de Los Cobos, en la pedanía murciana de El Raal. Los hechos se produjeron a plena luz del día, pasadas las 17 horas, cuando un hombre corpulento y de nacionalidad argelina, surgió de la nada con «una barra de hierro» para apalear sin piedad a María del Carmen Calderón Roldán, de 79 años y natural de El Raal; Fina Meseguer Ruiz, de 64 años, y Carmen Gea Marcos, de 69 años, ambas vecinas de Orihuela.
El agresor, según el relato de dos de las víctimas, «nos venía siguiendo desde la Casa de los Rodríguez». Lo hizo durante veinte metros, para abalanzarse seguidamente sobre Mari Carmen, a la que golpeó en el cuello, justo por debajo de la oreja. «Después me cogió de los pelos y me arrastró por la carretera y me tiró en el huerto», relata la mujer. Casi sin tiempo para reaccionar, el asaltante propinó otro golpe con la barra a Fina, a la que le llegó a abrir la cabeza -literalmente-, para acto seguido arrastrarla hasta un huerto de limoneros pegado al Carril de Los Cobos y dejarla tendida sobre Mari Carmen.
Pero no se iba a quedar ahí. Todavía quedaba la indefensa Carmen, a la que golpeó con tal fuerza que le «hundió el cráneo». Ella jamás volvería a levantarse del suelo. Durante unos minutos infernales, nadie pasó por el carril. Nadie escuchó los gritos de dolor y de auxilio de las mujeres heridas.
Ayer, martes, todavía atenazada por los nervios y tocándose los hematomas fruto de la agresión, Mari Carmen Calderón Roldán recordaba con espanto lo ocurrido: «Le dijimos que no nos matase. ‘Si tenemos que darte una perra, te la damos’. Pero nos dio un garrotazo». Las ancianas solo llevaban siete euros con ochenta céntimos, y el ladrón se llevó seis euros.
Alberto, el hijo de la oriolana Fina Meseguer Ruiz, recordaba con amargura, sin despegarse de la cama de su madre en el Hospital Reina Sofía de Murcia, que «en el bolsillo de la chaqueta nos encontramos un euro con ochenta céntimos; no se los había llevado», repetía sin poder entenderlo.
Es más, ni siquiera les sustrajo collares, pulseras o alguno de los anillos que lucían las víctimas. Tan solo seis miserables euros, a cambio de los cuales ha muerto una mujer y otra, Fina, sigue postrada en la cama con 30 grapas en la cabeza, un fuerte traumatismo craneal y un coágulo. Aún así, podrá contarlo.
Algo que no hará Carmen Gea Marcos, quien recibió en el cráneo un golpe mortal de necesidad. Aunque se estuvo debatiendo entre la vida y la muerte en el Hospital Virgen de La Arrixaca, desde la tarde del lunes hasta las 16 horas de ayer, finalmente los médicos desconectaron la máquina que la mantenía respirando de manera artificial.
(...)

Mais um episódio da vivência multiculturalista em solo europeu - mais um enriquecimento concedido aos Europeus pela imigração vinda de fora da Europa.
Mais um caso de extrema violência que provavelmente não vereis a ser noticiado nos grandes mé(r)dia dominantes,..

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

eu sempre disse que os residuos do congo só destroem tudo..o marrocos era uma potencia como o egipto e outros e o que são hoje?um bando de estupradores e latrocinantes da mesma laia ou quase dos do congo..

1 de março de 2012 às 06:24:00 WET  

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