sábado, março 23, 2013

O QUE A ELITE DO PAÍS IRMÃO JÁ INSTITUI - O ISLÃO É PARTE DA IDENTIDADE ESPANHOLA

Eu não tenho muitas dúvidas de que a elite político-cultural cá do burgo pensa do mesmo modo. A de cá e a de qualquer outro país europeu, dado que até na comparativamente setentrional Alemanha já há quem considere o Islão como uma parte da identidade nacional alemã, sucedendo o mesmo na Suécia - sem que alguma vez a Alemanha ou a Suécia tivessem sido ocupadas por forças islamistas. O busílis da coisa não reside pois no passado histórico de cada Povo, que a elite para isso borrifa-se, mas sim na ânsia da elite em fomentar a misturada civilizacional e a miscigenação a todo o custo, para acabar de vez com as actuais identidades nacionais europeias, ulteriormente com todas as identidades nacionais, para assim criar, totalitariamente, o «homem novo», como é típico dos totalitarismos. O totalitarismo anti-racista quer criar o «sem-raça» e impingi-lo a todo o mundo, não admitindo que as fronteiras nacionais constituam obstáculo a tão fraternal desígnio.  
Não estou a ver nenhum figurão da cultura e dos mé(r)dia cá de Portugal a opôr-se a que uma lei destas se institua oficialmente.

“La Ley Orgánica de Libertad Religiosa establece la posibilidad de que el Estado concrete su cooperación con las Confesiones o Comunidades religiosas, mediante la adopción de Acuerdos o Convenios de Cooperación, cuando aquéllas, debidamente inscritas en el Registro de Entidades Religiosas, hayan alcanzado en la sociedad española, además, un arraigo que, por el número de sus creyentes y por la extensión de su credo, resulte evidente o notorio.
En este caso se encuentra la religión islámica, de tradición secular en nuestro país, con relevante importancia en la formación de la identidad española, representada por distintas Comunidades de dicha confesión, inscritas en el Registro de Entidades Religiosas e integradas en alguna de las dos Federaciones igualmente inscritas, denominadas Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas y Unión de Comunidades Islámicas de España, que, a su vez, han constituido una entidad religiosa inscrita con la denominación de Comisión Islámica de España como órgano representativo del Islam en España ante el Estado para la negociación, firma y seguimiento de los acuerdos adoptados”.
Este párrafo ilustra de manera ejemplar el dramático hundimiento moral e intelectual de nuestros dirigentes, su total ignorancia de la Historia y su crasa ineptitud para dirigir los asuntos del país y defender los intereses de sus ciudadanos.
Afirmar (en un texto legal, refrendado con las firmas del Rey y del jefe del Gobierno) que la religión islámica es un elemento de “relevante importancia en la formación de la identidad española” equivale a desaprobar y condenar de un plumazo la plurisecular lucha de liberación nacional que constituye la epopeya de la Reconquista, auténtica forja de la nación española, que se define ante la historia y se afirma ante el mundo precisamente a través de su largo enfrentamiento contra el usurpador mahometanao y su indeclinable rechazo al islam. La identidad española se forma CONTRA el islam, no con él. Algún cándido podría pensar que esa es la verdadera significación de la expresión subrayada, el auténtico papel jugado por el islam en la formación de nuestra identidad nacional, pero sospechamos, con sobrados motivos para ello, que no es ese su real sentido. ¡En el ánimo de los redactores de esta ley y de los que la firman somos poco menos que moros! Pero no, los moros no han intervenido en la formación de nuestra identidad española: han intentado destruir la identidad española. No es lo mismo.
La España de la que descendemos y somos herederos se erige en la oposición, no en la aceptación del islam, no lo abraza, lo rechaza, no se entrega a él, lo combate. Y para que no haya duda al respecto, lo hace durante 30 generaciones sin cejar nunca en el empeño ni descreer un instante en la victoria final.
Por otra parte, esa peregrina afirmación recoge uno de los más rancios y falaces tópicos acerca de esa España folclórica popularizada por los viajeros europeos del siglo XIX ansiosos de exotismo que presenta al español como un “medio moro”, por decirlo de manera coloquial.
Pero aún hay más, y peor. Se refiere la ley en cuestión a la religión islámica otorgándole la condición de “secular tradición en nuestro país”. Y eso a 500 años de la toma de Granada (1492) y a 400 años de la expulsión de los moriscos por Felipe III (1609). Eso no es otra cosa que adoptar los argumentos de los islamistas que buscan recuperar el “paraíso perdido” de Al-Ándalus, los cuales consideran los siglos de desislamización completa de España como un paréntesis nulo e invalido, como un intermedio ilegítimo pronto a cerrarse.
Mediante el reconocimiento de “religión de secular tradición en nuestro país”, el carácter islámico de España es afirmado en esta ley pues considera que la ausencia de musulmanes en España durante siglos no ha alterado su naturaleza islámica: una vez tierra musulmana, siempre tierra musulmana. Eso es lo que proclaman los islamistas que sueñan recuperar Al-Ándalus, eso es lo que afirman como en un eco los que hacen y firman esta ley. Tenemos en nuestra máximas autoridades los más firmes defensores de las tesis de nuestros enemigos. ¿Se puede hacer más y mejor en la traición?
Esa interpretación a contrapelo de la realidad histórica y del simple sentido común hace retroceder el reloj de la historia hasta el punto en que esta se muestra desfavorable al islam en nuestro suelo. La completa derrota del islam entre las postrimerías del siglo XV y los albores del XVII, su erradicación política, cultural y demográfica es considerada por los nostálgicos de la “España musulmana” un accidente, un episodio que sin duda hay que lamentar pero que está lejos de ser definitivo y que se encuentra, por el contrario, afortunadamente en camino de ser revertido. La situación actual en España vuelve coherente y factible el sueño del restablecimiento de Al-Ándalus. Volvemos a estar como antes. La imagen que ofrecen muchas ciudades y barrios de nuestra geografía no desmerece el paísaje urbano del califato de Córdoba.
Lo trágico de todo esto es que las ideas (y tal vez hasta los objetivos) del enemigo ya empienzan a ser aceptados por los que tienen el deber de defendernos de él. Si esto no es traíción a la patria, ¿qué es entonces traición? ¿Por qué clase de renegados estamos gobernados, en primer lugar el Rey que pone su firma al pie de semejante documento?
No es que solamente hagamos una relectura en sentido proislámico y antinacional, condenando nuestra propia historia y denigrando por consiguiente nuestros antepasados, negando nuestra verdadera identidad, llevados por un insensato complejo de culpa y un desconocimiento pasmoso de nosotros mismos. No es que le demos la razón al enemigo, que sí, sino que vamos incluso más lejos: nos identificamos con él. El islam, nos dicen, es parte constitutiva de nuestro ser nacional, germen de nuestra personalidad histórica, elemento “de relevante importancia en la formación de la identidad española”. En esta novedosa versión, el español, sin saberlo ni sospecharlo siquiera, vendría a ser un imposible híbrido de europeo cristiano y de moro musulmán (formado a partes todavía por cuantificar), un hermafrodita civilizacional, tal vez el ser humano ideal, la materialización carnal de la Alianza de Civilizaciones en una nueva especie de bípedo implume vertical de pulgar oponible que sería la cumbre de la cadena evolutiva del Homo Sapiens: el “moro español”.
Hemos dado el salto cualitativo que nos lleva de la pregunta de si los moros de entonces eran españoles a la afirmación membreteada de que los españoles de ahora somos moros. El paso es de una importancia capital, de una extraordinaria gravedad. Este es el punto hasta el cual hemos descendido. Y nada indica que hayamos tocado fondo.
Ortega y Gasset dice en “España invertebrada” (1922): “Dado el desconocimiento de la propia historia que padecemos los españoles, es oportuno advertir que ni los árabes constituyen un ingrediente esencial en la génesis de nuestra nacionalidad ni su dominación explica la debilidad del feudalismo peninsular.”
Y añade Julián Marias en “España inteligible” (1985) comentando al mismo Ortega y Gasset: “(…) no fueron (los árabes) ingrediente esencial en la génesis de nuestra nacionalidad. Fueron un decisivo factor de nuestra historia, pero nuestra nacionalidad se construye frente a ellos, como algo ajeno a ellos, fundado precisamente en la repulsa permanente a la islamización. Ni por un momento admiten los cristianos exentos de la dominación árabe que esta sea aceptable; ni siquiera como un hecho irreversible. No se avienen a la convivencia con otro país -o grupo de países- definidos por la condición islámica. (…) La nacionalidad española se construye desde el rechazo a lo islámico, que es el nervio del largo proceso que lleva de la conciencia de la España perdida a la Nación española de los Reyes Católicos”.
Texto completo de la ley.

7 Comments:

Anonymous Anónimo said...

http://www.youtube.com/watch?v=y_GEthu7Zxg

Durante as Cruzadas, um tempo de intenso ódio Europeu cristão aos muçulmanos e ao Islão, os turcos ficaram conhecidos na Europa como os mais fortes guerreiros islâmicos. Eles se tornaram o foco de ódio religioso. Mais tarde, quando os otomanos começaram a conquistar países cristãos, o ódio foi intensificado pelo medo. Por 300 anos o Império Otomanos permaneceu uma ameaça para a Europa. Trezentos anos foram mais do que suficiente para um estereótipo dos turcos se formar no Ocidente. A imagem familiar do "Terrível Turco" nasceu.

Os estereótipos e preconceitos contra os turcos são evidentes quando se examina os dicionários usados ​​no Ocidente. A seguir estão alguns exemplos de como certos dicionários definem "turco":

Internacional de Webster Dictionary:

"Alguém exibindo qualquer qualidade atribuída aos turcos, como sensualidade duplicidade, ou brutalidade"

Dicionário-Webster Collegiate: "Aquele que é cruel ou tirânico"

Concise Oxford: "pessoa feroz, selvagem e inútil" Dicionário-

Dicionário Random House: - "Um homem cruel, brutal ou dominador"

23 de março de 2013 às 01:30:00 WET  
Anonymous Anónimo said...

Um amigo de Portugal.

'Calouste Sarkis Gulbenkian, em arménio: Գալուստ Սարգիս Կիւլպէնկեան GCC (Üsküdar, 23 de Março de 1869 — Lisboa, 20 de Julho de 1955), foi um engenheiro e empresário arménio otomano naturalizado britânico (1902), activo no sector do petróleo e um dos pioneiros no desenvolvimento desse sector no Médio Oriente[2][3]. Foi também um mecenas, tendo dado um grande contributo para o fomento da cultura em Portugal. A sua herança esteve na origem da constituição da Fundação Calouste Gulbenkian.'

23 de março de 2013 às 10:40:00 WET  
Blogger legião 1143 said...

vê aqui
http://www.youtube.com/watch?v=g79CmhNTMpQ

http://www.youtube.com/watch?v=chsgdnrm2dQ

23 de março de 2013 às 11:33:00 WET  
Anonymous Anónimo said...

http://www.dailymail.co.uk/news/article-2297776/SATURDAY-ESSAY-Why-Left-epic-mistake-immigration.html


ora vê isto...

23 de março de 2013 às 14:21:00 WET  
Anonymous Anónimo said...

http://www.dailymail.co.uk/news/article-2297840/ON-benefits-Birmingham-African-war-criminal-kick-Rent-murderer-staying-human-righgts-grounds-funded-tax-payer.html

23 de março de 2013 às 14:28:00 WET  
Blogger legião 1143 said...

agora lembraram-se desta !

Há quem defenda o corte de financiamento aos partidos da extrema-direita europeia, com representação parlamentar, para acabar com o discurso xenófobo e racista.

claro há dinheiro para tudo menos para o que possa abrir os olhinhos aos europeus , isso é que não !
http://pt.euronews.com/2013/03/22/meter-na-ordem-a-extrema-direita-europeia/

23 de março de 2013 às 20:50:00 WET  
Blogger Caturo said...

Pois claro, a Santa Madre Igreja Anti-Racista e Multiculturalista dos Últimos Dias do Ocidente não admite que os pecadores possam ter o direito de competir em igualdade de circunstâncias com os lacaios do sistema. E para justificar esta batota, os clérigos e diáconos desta «igreja» não hesitam em, com uma esperteza saloia de um ridículo atroz só possível na mente de fanáticos já sem sentido do ridículo - porque o fanatismo faz perder a noção da realidade - tratam de dizer que não é uma questão de perseguição ideológica, não!, é só uma questão de defesa dos princípios, ou seja, é mesmo uma questão de perseguição ideológica, porque a própria visão do mundo que considera ofensivo o comportamento dos Nacionalistas é, ela própria, uma questão de ideologia. E, não podendo apontar o dedo em condições a este comportamento, toca de aldrabar com generalizações bacocas, atribuindo aos Nacionalistas «a violência», assim, sem mais nem menos, tendo o cuidadinho cuidadinho cuidadíssimo de não especificar a real ponta de um caralho. Nesta altura dos acontecimentos, esta espécie de «gente» está por tudo, não olha a meios para atingir os fins e todos os «argumentos» são a seu ver legítimos para impedir que os Nacionalistas falem em discurso directo ao povo, porque quanto mais os Nacionalistas falam em discurso directo ao povo mais o povo vota nos Nacionalistas, o que significa que a Democracia tem potencial para dar a vitória eleitoral ao Nacionalismo e isso é uma grande chatice para quem queria poder impingir sossegadamente o multiculturalismo e a miscigenação à Europa inteira...

24 de março de 2013 às 02:35:00 WET  

Enviar um comentário

<< Home