quarta-feira, outubro 04, 2006

MAIS UM SINAL DE QUE AS FORÇAS INTERNACIONALISTAS PRESENTES NA EUROPA PACTUAM COM O ISLÃO CONTRA O OCIDENTE

La memoria histórica de la Reconquista es igual de parcial y sectaria que la referida a la República. En Badajoz se conmemora la fundación de la ciudad por los árabes, mientras se olvida que éstos destruyeron la cercana Mérida.
A los progres y los mahometanos les molestan las conmemoraciones populares en las que se recuerda la resistencia cristiana frente a los invasores árabes y su victoria final. Parece que a ambos grupos les desagradan mucho la Reconquista y las tradiciones.
Ejemplos que podemos citar de lo anterior son: la oposición a la Toma de Granada, que conmemora la entrada de los Reyes Católicos en la ciudad y la fundación de su Ayuntamiento; la supresión por el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), del carácter festivo del día de Fernando III el Santo, patrón de la ciudad y su liberador; el intento para suprimir del escudo de Aragón las cuatro cabezas de reyezuelos moros; y la ‘moderación’ de las fiestas levantinas de moros y cristianos. Todo por la concordia y la Alianza de Civilizaciones.
El último episodio de corrección política ha sido la conmemoración de la fundación de Badajoz por el Ayuntamiento (cuyo alcalde, Miguel Celdrán, es del PP) el fin de semana pasado, con ambiente musulmán; incluso hubo danzas del velo, para disfrute de los varones. Tal vez no habría nada que criticar a las celebraciones, la fiesta de Al-Mossassa, si no viviésemos en tiempos de manipulación histórica. Los habitantes de Badajoz saben que su ciudad la fundó en el año 875 el guerrero Ibn Marwan, pero ¿cuántos saben que la cercana Mérida, capital regional, fue asolada por los árabes en el mismo siglo por sus rebeliones?

HISTORIA DE MÉRIDA

Mérida nace en la Historia en el año 25 a.C., durante el reinado del emperador Augusto. La fundó el legado Publio Carisio para acoger a los veteranos de las guerras cántabras. Su nombre proviene de estos legionarios, ‘emériti’, y del césar: Emerita Augusta. Fue la capital de la provincia romana Lusitania y quizás la ciudad más importante de Hispania.

En el año 409 la conquistaron los alanos y en el 439 los suevos. El siguiente conquistador fue el rey visigodo Eurico, en el 468. Durante esa época mantuvo su importancia, hasta el punto de que entre el 549 y el 555 fue incluso la capital de todo el reino.

Con la invasión árabe, comenzó su decadencia. Después de resistir un sitio, sus habitantes se rindieron en el 30 de junio de 713. Como se sublevó varias veces contra el poder central de Córdoba. En el siglo IX, Abderramán II mandó arrasar, entre otras zonas, el barrio cercano al puente y construir en aquel lugar la Alcazaba árabe, que controlaba el paso del puente y el resto de la ciudad. La fundación de Badajoz buscaba hacer sombra a la díscola Mérida. El rey Alfonso IX la reconquistó en 1.228.
Al constituirse la comunidad autónoma de Extremadura, se convirtió en la capital regional, donde residen los servicios y las instituciones de la Junta. Sin embargo, ni con la Reconquista ni con la autonomía Mérida pudo recuperar la importancia que tenía antes de la ocupación árabe.



Por aqui se vê que afinal a história da ocupação islâmica da Ibéria não foi tão angelical como a politicagem-correcta quer fazer crer.