O BOICOTE POPULAR FUNCIONA COMO ARMA POLÍTICA? FUNCIONA SIM...
El boicot al cava catalán demostró que el consumidor español es sensible a los atropellos políticos y aunque el nivel de la campaña ha bajado sensiblemente aún existe cierto poso a no consumir ciertos productos catalanes como consecuencia de la insolidaridad y apoyo al separatismo catalanista de ciertas empresas. Coca Cola ha dejado de patrocinar eventos en los que participaban elementos cercanos a la izquierda aberzale e igualmente el Grupo Mondragrón, a través de Eroski, ha reconocido la ralentización de su implantación en España debido a la actitud de rechazo de ciertos consumidores. Pero además de consideraciones políticas los consumidores cada día tienen más en cuenta también consideraciones sociales.
Según el Informe Forética 2006, según el cual "9 de cada 10 consumidores estarían dispuestos a penalizar actitudes corporativas irresponsables mediante la negativa a consumir sus productos, siempre que tuvieran conocimiento de prácticas poco éticas". Esta predisposición a premiar la excelencia en RSE llevada al terreno práctico del comportamiento arroja datos significativos sobre una tendencia en alza de madurez y concienciación en cuanto al peso de la RSE en las decisiones de compra de los ciudadanos. Prueba de ello es el hecho de que "uno de cada dos españoles han dejado alguna vez de consumir productos por motivaciones éticas", según el estudio, frente al "uno de cada cinco" que detectaba la edición de 2004 del informe. Además, "un 61,3% premiaría a aquellas empresas más responsables", es decir, estaría dispuesto a pagar un poco más por un producto siempre que tuviera la certeza de que procede de una gestión responsable, frente al 53% que manifestaba el estudio de hace dos años. (Continuar a ler)
Según el Informe Forética 2006, según el cual "9 de cada 10 consumidores estarían dispuestos a penalizar actitudes corporativas irresponsables mediante la negativa a consumir sus productos, siempre que tuvieran conocimiento de prácticas poco éticas". Esta predisposición a premiar la excelencia en RSE llevada al terreno práctico del comportamiento arroja datos significativos sobre una tendencia en alza de madurez y concienciación en cuanto al peso de la RSE en las decisiones de compra de los ciudadanos. Prueba de ello es el hecho de que "uno de cada dos españoles han dejado alguna vez de consumir productos por motivaciones éticas", según el estudio, frente al "uno de cada cinco" que detectaba la edición de 2004 del informe. Además, "un 61,3% premiaría a aquellas empresas más responsables", es decir, estaría dispuesto a pagar un poco más por un producto siempre que tuviera la certeza de que procede de una gestión responsable, frente al 53% que manifestaba el estudio de hace dos años. (Continuar a ler)
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